Arquitectura civil
Ayuntamiento y Plaza Mayor
Como en la mayoría de las ciudades, la Plaza Mayor es el centro neurálgico y todo sucede en torno a ella. Antiguamente, era el lugar de celebración del mercado, aquí se reunían los escribanos y se situaba la Iglesia de San Juan, una de las principales de la ciudad, en cuyo claustro se reunía el Consistorio antes de que se levantase el actual edificio que data del siglo XVI.
El edificio del Ayuntamiento ubicado en un extremo de la Plaza Mayor, fue restaurado en 1904 por Joaquín de Vargas, sin respetar la obra original. Se eliminó el tercer piso, la espadaña barroca y se añadió el ala sur siguiendo el modelo de la fachada principal.
La fachada principal renacentista está formada por dos galerías de tres arcos carpaneles. Entre los arcos se pueden observar medallones y esculturas que representan personajes de la Antigüedad. En los laterales se levantan sendas torrecillas a modo de contrafuertes, en la de la derecha está labrado el escudo de Carlos V, el de la ciudad y el del corregidor de aquel momento.
Si echamos un vistazo al resto de la Plaza también podemos ver otros edificios interesantes, como el de la Antigua Audiencia Real, que hoy se utiliza como alojamiento turístico, o el Palacio del Primer Marqués de Cerralbo.
Palacio del Primer Marqués de Cerralbo
Este palacio fue edificado en el siglo XVI, época de la que se conserva la estructura y las dos puertas de acceso con arcos trilobulados y el friso de grutescos que decora la planta noble.
Sobre él se pueden observar tres escudos: en el centro las armas de Pacheco y Osorio, los primeros apellidos del marqués de Cerralbo; y en las esquinas, inclinados según la moda valona, las armas de los Álvarez de Toledo y Enríquez. En ese nivel se pueden ver dos columnillas torsas encastradas en las esquinas que hacían de mainel, restos de dos ventanas esquineras. Del siglo XIX es la crestería que remata el edificio y de los años 30 del siglo XX algunos detalles arquitectónicos ideados por los nuevos propietarios.
Pueden llamar la atención los “escudos inclinados” o terciados a la valona, muy habituales en la arquitectura civil mirobrigense. Según la leyenda señalarían las casas de los hijos ilegítimos, aunque en realidad responderían a una moda de Países Bajos y Germania introducida en la Península con llegada de los Austrias (Carlos V y Felipe II).
Casa de los Vázquez (Oficina de Correos)
Levantada por la familia Vázquez a principios del siglo XVI, conjuga en su exterior elementos góticos, como el alfiz que enmarca la puerta principal o la ventana del piso superior, destacando el virtuosismo en la cantería haciendo ambos vanos en esquina.
En la segunda década del siglo XX, D. José Manuel Sánchez-Arjona y de Velasco, el Buena Alcalde, propietario de la casa reconstruyó el interior combinando los estilos neomedieval, neorenacentista y neoislamico. Es visitable el zaguán donde se pueden admirar el artesonado casetonado y parte de las ricas azulejerías sevillanas (talleres Vda. de Tova Villalva) presentes también en otras estancias, de las que disfrutó Alfonso XIII en 1928 cuando se hospedó en el palacio durante una visita del monarca a la ciudad.
Desde 1944 es la sede de Correos.
Palacio de los Montarco, de los Ávila y Tiedra o de los Castro
Se desconoce quién fue el promotor de este palacio datado a finales del siglo XV. Originalmente flanqueada por dos torres, su fachada destaca por su concepción renacentista en la que los elementos se disponen de manera geométrica, siguiendo la línea de los primeros palacios renacentistas en España. A este estilo pertenecen las ventanas, que recuerdan a las de la Casa de las Conchas en Salamanca, y los angelotes que sostienen el escudo sobre la puerta.
La puerta, de estilo gótico, está formada por un arco rebajado con grandes dovelas y enmarcada por molduras. Se encuentra flanqueada por dos grandes columnas torsas rematadas por las figuras de sendos leones.
Fue el cuartel del general Herrasti durante la Guerra de la Independencia.
Palacio de los Águila o del Príncipe
Construido entre los siglos XVI y XVII por Hernando de Güemes y su hijo para la familia de los Águila, uno de los linajes más importantes de Ciudad Rodrigo.
En su fachada se pueden ver las distintas fases constructivas. La puerta de grandes dovelas con los escudos familiares y enmarcadas por un alfiz en cuyos extremos, sobre candeleros vemos el león y el águila, símbolos de la familia. La rica ventana de la izquierda es renacentista, mientras que el balcón es de época barroca.
En el interior se esconde un imponente patio plateresco. Destaca la labra de los antepechos de la planta superior, con hombres, máscaras y centauros alados. La crujía este fue realizada por J. Tarabella en 1910 imitando a las demás.
Casa de la Cadena
Nada se sabe de sus orígenes, aunque se data en la primera mitad del siglo XVI, al que corresponde el estilo plateresco. Destaca su portada de arco de medio punto con grandes dovelas enmarcado con un alfiz remarcado por una cadena tallada en la piedra, de donde viene el nombre de la casa. Este elemento podría hacer referencia a que detentase el derecho de asilo.
En las ventanas originales luce una decoración plateresca, mientras que el resto fueron abiertas en épocas posteriores. Asimismo, los escudos de la familia Lugones y Pacheco, protegidos por veneras, fueron añadidos en la segunda mitad del XVI.
Este palacio ha sufrido mucho, tanto por las guerras como por el simple abandono, albergando entre sus paredes las más diversas funciones.
Casa de los Miranda
Palacio construido por la familia Miranda Ocampo a finales del siglo XVI y reconstruida en los últimos años del siglo XIX a consecuencia de un incendio. La concepción de la fachada es decimonónica, aunque en ella se conservan los escudos renacentistas.
Palacio de la Marquesa de Cartago
Capricho aristocrático, levantado en la última década del siglo XIX por Concepción Narváez y del Águila, primera marquesa de Cartago.
La marquesa murió sin verlo terminado y los nuevos propietarios lo reformaron en los años 50 del siglo XX. En esta intervención se eliminó el patio neoárabe y reforzaron el carácter neogótico del edificio, disponiendo las rejas de las ventanas del piso inferior y de la puerta (obra de Ricardo Botello Delgado).
Se desconoce el nombre del arquitecto, muy posiblemente ajeno a Ciudad Rodrigo, por las similitudes con la arquitectura residencial madrileña. Con una marcada estructura simétrica, destaca la forma y decoración de las ventanas de inspiración gótica y flamenca que recuerdan a la Casa de la Conchas de Salamanca. Sobre la puerta, destacan las figuras de los reyes de armas, que aparecen sosteniendo los escudos con los apellidos de la marquesa. Muy llamativa es la garita almenada, diseñada con el único fin de ver y ser vistos.
Palacio de los Cornejo, de Moctezuma o de la Tierra (hoy Casa Municipal de Cultura)
Posiblemente sus promotores fueron descendientes de Moctezuma pero los escudos que luce pertenecen a la familia Cornejo. De tres plantas, se levantaría a finales del siglo XVI o a principios del XVII. Su decoración se reduce a los mínimos elementos, siguiendo el austero estilo herreriano y concentrándose en la portada.
Portada de vano adintelado sobre la que se asoma un balcón rematado por un frontón triangular con un escudo.
En el zaguán se puede ver una inscripción que testimonia su fase como Casa de la Tierra o de los Sexmeros. Posteriormente, en 1928 se convirtió en Instituto de Enseñanza Media, más tarde en Escuela de Oficios, sede de una emisora de radio y, desde 1984, siendo inaugurada por los Reyes, en Casa Municipal de la Cultura (contando con biblioteca y sala de exposiciones).
Palacio de los Nieto de Silva o del Conde de Alba de Yeltes
Situado en la Plaza del Conde el edificio actual data de principios del siglo XVIII, aunque hubo uno anterior, renacentista, propiedad de la familia Nieto Silva. Tras albergar un cuartel, en 1945 fue adquirido por la Caja de Ahorros de Salamanca y restaurado completamente por Joaquín Secall.
Esta intervención conllevó grandes alteraciones en el palacio, introduciendo los frontones triangulares, los relieves de estilo renacentista en los alféizares y las rejerías. Asimismo, creó el cuerpo aterrazado que da a la calle Madrid, donde se encuentra la portada principal que recreó la antigua puerta principal del palacio.
Los escudos sobre la puerta principal corresponden a los del conde y su mujer: Nieto, Silva, Pacheco y Guzmán.
Casa de las Cuatro Calles o Casa de los Miranda Ocampo
Primera casa solar de los Miranda, como testimonian los escudos, fue levantada en el siglo XVI. Fue vendida al Cabildo Catedralicio en 1700, llegando al siglo XX en muy mal estado de conservación. Gracias a Lorenzo González Iglesias se inició su restauración en 1948.
Lo más destacable es la portada abierta en ángulo hacia las cuatro calles, de ahí su nombre. Enmarcada por un entablamento sobre semicolumnas dispuestas en esviaje (desviadas respecto a la fachada para mantener la perspectiva). Sobre la puerta, a duras penas, se lee una inscripción en latín que se traduce como “Oh Muerte, solo tú eres el descanso de los trabajos de esta vida mortal”.
Casa de los Maldonado de Chaves
Esta casa-palacio fue levantada en el siglo XVI por Francisco de Chaves, nieto de Gonzalo Maldonado, aunque de época renacentista solo queda la fachada, en la que destaca la portada con arco de medio punto con grandes dovelas y, encima, el escudo protegido por una venera, con las armas de ambos linajes. El interior ha sufrido distintas reformas, acogiendo la sede del Gobierno Militar en el siglo XIX y posteriormente el cuerpo de Carabineros.
Palacio de Justicia
El actual Palacio de Justicia, alberga los pocos restos que quedan del convento de Sancti-Spiritus, conocido como “Las Isabeles” por ser Santa Isabel de Hungría su patrona. Esta comunidad de monjas había tenido ya distintas casas, cuando, tras la destrucción en la Guerra de Sucesión de su anterior convento, pudieron establecerse en 1711, en este solar perteneciente al antiguo palacio de los Caraveo, cedido por el marqués de Espeja, patrono del convento.
Con la invasión francesa en 1810 tuvieron que volver a abandonar el convento, que fue destinado a cuartel, instalándose en una casa particular propiedad del convento hasta la extinción de la comunidad. En 1977, cuando solo quedaba la capilla, fue vendido y demolido por completo. Solo se conserva, integrado en el Palacio de Justicia, parte la portada del antiguo convento, cuyo marco aparece resaltado por grandes puntas de diamante, pero sin la paloma del Espíritu Santo que coronaba la entrada.
Torre de la Casa de los Chaves
De la casa de los Garcilópez de Chaves, levantada en la primera mitad del siglo XV, que ocupaba toda la manzana, solo queda la torre originalmente con troneras, erigida en 1496, y desmochada posteriormente y muy reformada, pues fue cuartel de caballería durante el siglo XVIII, albergando más tarde el Casino Mirobrigense y más recientemente el Centro Cultural el Porvenir.
Destacan en la fachada la torrecilla de la escalera de caracol; los escudos de las esquinas, con sus correajes tallados en la piedra, dispuestos “a la valona” (inclinados); y los adornos platerescos de las ventanas, que fueron abiertas en el siglo XVI.
Desde la Guerra de la Independencia es conocida como “casa del cañón”, porque, según cuenta la tradición, allí había uno montado con el que se disparó a los franceses cuando entraron en la Plaza Mayor.
Casa de los Gómez de Silva
Fue mandada construir en 1523 por el canónigo Francisco Gómez de Silva en estilo renacentista, del que aún se pueden apreciar algunos detalles interesantes, a pesar de haber sido completamente reformada en su interior y habiéndose abierto todo tipo de vanos en su fachada durante el siglo XX, cuando albergó una panera y posteriormente habilitándose para viviendas y bajo comercial.
En la fachada destaca la portada enmarcada por un alfiz y las figuras en relieve sobre la puerta: dos figuras mitad humanas, mitad vegetales, con rostro masculino barbado y de gran expresividad, sostienen entre ambos el escudo con las armas de la familia.
Casa de Cueto Caraveo
Esta casa del siglo XVI fue fruto de la unión de Juan Díez de Cueto y doña Juan de Caraveo. Aunque ha sufrido importantes modificaciones aún conserva su portada de arco de medio punto de grandes dovelas, ligeramente recortadas cuando se abrió el balcón en el siglo XVIII. Su elemento más llamativo es la delicada ventana esquinada bajo el escudo en ángulo y la bella cornisa de bolas.
Casa de los Enríquez de Soria
Edificio levantado en 1613, por Manuel Enríquez, regidor de la ciudad, y doña Isabel, su mujer. Su fachada de sencilla composición sigue los modelos de la arquitectura austera de ese momento. Destacan los escudos de armas sobre cueros recortados.
Durante el siglo XVIII fue sede del Gobierno y casa del Corregidor. Tras la extinción de la descendencia directa en el siglo XIX, la casa pasó a propiedad del marqués de Espeja y a don Antonio Sánchez Arjona y Nieto de Paz como herederos del mayorazgo. Más adelante, fue reformada para vivienda y uso comercial.
Casa de los Nuñez Chaves
Se levantó a comienzos del siglo XVI por Diego Núñez, sobrino del “Licenciado de Ciudad Rodrigo” Antón Núñez. Su escudo se localiza sobre su llamativa ventana en esquina, tan frecuente en esta ciudad. Ha tenido diversas modificaciones, pero todavía conserva su portada de dovelas semicirculares.
Tres Columnas
Este conjunto de tres columnas romanas de orden toscano se puede datar en el siglo I d.C. De origen incierto, podrían proceder de diferentes monumentos o constituir un término o hito augustal como elemento ordenador del territorio, poniendo Ciudad Rodrigo, Ledesma y Salamanca en relación en una inscripción que tiene en la base.
Fueron encontradas en 1557 en un edificio en la parte alta de la ciudad. En el siglo XVI se colocó junto a ella una placa conmemorativa de su descubrimiento y se hizo una réplica de la inscripción augustal que se colocó en el entablamento. Colocadas en ese año junto al Ayuntamiento, estuvieron allí hasta 1899, en 1923 se montaron en el Campo de Toledo y desde 1973 están en la entrada de la carretera de Salamanca.
Desde antiguo forman parte del escudo de Ciudad Rodrigo y para muchos hacen referencia a su lema «Ciudad Antigua, Noble y Leal».
Puente Mayor
De origen romano, el puente actual es fruto de numerosas reconstrucciones. Los cuatro ojos más cercanos al Arrabal son de época medieval, mientras que los más cercanos a la ciudad, que hasta el siglo XVI se mantenían de madera, fueron diseñados por el arquitecto Juan de Sagarbinaga en el siglo XVIII.
Verraco
Antiguamente estuvo colocado en el Arrabal del Puente, ahora está ubicado frente al Castillo. Es uno de los vestigios más antiguos de los pobladores de esta zona. De origen vetton, está tallado en granito.